Los años pasan y los estragos del tiempo se notan, tanto en nuestro físico como en nuestra mente. Se te olvidan las citas si no las apuntas, no estás seguro de si has cerrado la puerta con llave al salir y cada vez se te hace más complicado hacer operaciones matemáticas mentalmente.
Sin embargo, y a pesar del inevitabilidad de la vejez, siempre estás a tiempo de llevar a cabo hábitos y actividades que te ayuden a mantenerte en forma desde un punto de vista cognitivo. Aquí te dejamos los 5 consejos estrella para una mente despierta después de los 50:
1. 45 minutos de ejercicio moderado (por lo menos una vez a la semana)
Aunque pueda parecer contradictorio, el movimiento físico tiene una gran conexión con nuestra mente y puede ayudar significativamente a que las conexiones neuronales sean más fuertes.
Según los expertos, 45 minutos moderados a la semana, para personas de edad avanzada, es un buen mínimo para empezar a disfrutar de los beneficios en la cognición. Sin embargo, lo ideal sería poder alcanzar los 150 minutos semanales.
¿Y qué tipo de ejercicio es el más recomendable? Pues actividades como el tai-chi o el yoga han demostrado ser altamente efectivos a la hora de mejorar la psicomotricidad en personas mayores. Si buscas una alternativa un poco más dinámica, la natación o la marcha pueden ser opciones muy interesantes para lograr los mismos resultados.
2. Realizar actividades estimulantes para nuestra mente
La estimulación cognitiva es sin duda una de las actividades más beneficiosas para mantener nuestras capacidades en forma.
Trabajar la percepción, atención, memoria o la capacidad visual y espacial de forma diaria, es imprescindible para prevenir el deterioro de nuestras funciones cognitivas. Y esto se vuelve especialmente importante a partir de los 50.
Cuando hablamos de estimulación cognitiva en personas mayores, los libros de ejercicios y juegos de ingenio son una herramienta ideal para practicar estas habilidades de una forma lúdica. Por ejemplo, con la serie Refresca tu Mente que cuenta con 4 tomos y 400 ejercicios para mejorar la capacidad cognitiva en personas mayores.
Los ejercicios de caligrafía son especialmente interesantes para mejorar la motricidad fina de las personas mayores. También las sopas de letras, una actividad clásica y sencilla que les permitirá incrementar sus capacidad perceptivas y de atención.
3. Lectura
Ya sea de novelas, periódicos, o revistas temáticas, la lectura es la actividad cognitiva por excelencia que puede adaptarse a cualquier grupo social, edad y gusto.
La oferta actual de material de lectura es tan amplia, que es casi imposible que no exista una temática que te haga querer leer todos los días.
La reserva cognitiva es un concepto proveniente de la ciencia de la neuropsicología que se refiere a la tolerancia cognitiva a los cambios fisiológicos que se producen en nuestro cerebro a causa del avance de los años.
De esta forma, se ha demostrado que personas que han ejercitado su cerebro al lo largo de su vida, tienen una estructura ligeramente distinta al resto, y esto les previene de sufrir los estragos de la demencia de una forma más acuciante.
En esta línea, el hábito de la lectura, que puede ser adquirido desde una edad muy temprana, es una excelente forma de mantener el cerebro en forma y desarrollar rutinas beneficiosas para incrementar la reserva cognitiva.
4. Vida social y actividades en grupo
Como seres sociales que somos, relacionarnos con otras personas es un factor indispensable para nuestro bienestar psicológico. Pero además, parece ser que también podría ser un elemento importantísimo para prevenir la aparición de la demencia.
Así lo afirma un estudio dirigido por investigadores de la Escuela de Posgrado de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh. Esto es debido a que las actividades sociales, y las relaciones interpersonales regulares, conllevan a una desarrollar una materia gris más robusta en nuestra estructura cerebral, lo que conlleva a un mejor estado de nuestras funciones cognitivas.
5. Hobbies y actividades relajantes
El estrés es uno de los factores de riesgo que más inciden en la aparición de problemas psicológicos y cognitivos. A pesar de que los síntomas del pueden aparecer tempranamente, no es hasta la tercera edad que somos conscientes de los verdaderos estragos que pueden tener a largo plazo.
Según la doctora Inés Moreno-Gonzalez, el estrés puede afectar a la capacidad de las células del sistema nervioso para regenerarse y al volumen de áreas del cerebro implicadas en la memoria, lo que finalmente favorece el deterioro cognitivo.
Como método preventivo contra los estragos del ansiedad y el estrés, recurrir a un hobby que nos aporte una experiencia placentera y relajante puede ser clave para reducir los niveles de cortisol en nuestro organismo.
Desde la pintura hasta los largos paseos con nuestro perro por la playa, cualquier actividad que realicemos por el simple placer de hacerla, pueden ser efectivas para sentirnos más calmados en nuestro día a día.